La Comunidad Misionera de Villaregia (CMV) está compuesta por personas de diversos estados de vida, unidas por la misma espiritualidad comunional y misionera.

Corazón de nuestra Familia eclesial son los miembros efectivos, personas unidas por la misma vocación a la Comunidad para la misión ad Gentes, por la comunión de bienes materiales y espirituales, por el ministerio apostólico común. Se distinguen en cuatro Núcleos: Misioneros, Misioneras, Misioneros/as en el mundo, Esposos misioneros.

Los Misioneros y las Misioneras son célibes y núbiles, viven en Comunidad, asumen los consejos evangélicos y se dedican a tiempo completo a la evangelización y al servicio al hombre. Ambos son responsables de su formación teológica y bíblica. Los Misioneros, si son llamados, ejercen el ministerio sacerdotal.

Entre los miembros del primer y segundo Núcleo, la dimensión de la oración y la proximidad a los más pobres se hacen particularmente vivas y concretas, a través de un ministerio de intercesión y de alabanza y un ministerio de compasión y de anuncio a los últimos, en dos grupos: la fraternidad de vida contemplativa y la fraternidad de misericordia.

Los Misioneros en el mundo eligen también ellos la virginidad por el Reino y, quedando insertados en su ambiente y en el mundo del trabajo, son anuncio y testimonio de misionariedad y de amistad para aquellos con quienes se encuentran.

Los Esposos Misioneros, respetando los ritmos y los compromisos fundamentales de la familia, participan en la vida de la Comunidad, en su espiritualidad y en su actividad compartiendo tiempo, fuerzas y bienes. Expresan su elección de misionariedad ad Gentes con el compromiso de una vida personal y familiar atenta al hombre, sobria y abierta a compartir. Los Esposos misioneros se donan a Dios asumiendo el compromiso de vivir el matrimonio en la pobreza y en la obediencia.