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ANUNCIO y PROMOCIÓN HUMANA: dimensiones coesenciales de la evangelización.
Desde el primer instante para nosotros ha sido claro que el servicio de evangelización, al cual somos llamados, tiene como momento fundamental el anuncio de Cristo y de su Evangelio, revelación de la vida trinitaria, que debe ser comunicada a las Gentes, para ser acogida y vivida en la historia. Al mismo tiempo ha sido, para nosotros, igualmente claro que el anuncio de la vida trinitaria alcanza al hombre en su realidad concreta, transformándolo desde adentro, elevando y revelándole su dignidad de persona. Nuestra actividad evangelizadora se configura así con este doble aspecto: anuncio explícito del Evangelio y servicio de promoción humana.
Primer Anuncio
En el V capítulo de la RMi, Los caminos de la misión, se identifica la articulación de toda la evangelización en el primer anuncio de Cristo salvador a cada hombre. En sintonía con lo que ha afirmado Juan Pablo II en la RMi, hemos elegido como “lugares privilegiados” de la acción misionera, según nuestra especificidad ad Gentes, la periferia de las grandes ciudades. Se trata normalmente de zonas pobres carentes de estructuras y de servicios de primera necesidad, zonas de deterioro social y marcadas por problemas de diversos tipos: desocupación, alta densidad demográfica, insalubridad… a las cuales se añade la falta o insuficiencia de fuerzas y estructuras eclesiales. Actualmente estamos presentes en Brasil, en Belo Horizonte y San Paolo; en Perú, en Lima, en Costa de Marfil, en Yopougon; en Puerto Rico, en Arecibo; en México, en Texcoco y en Mozambique, en Maputo. (Cada nombre es un link a nuestras misiones)
Animación comunitaria y misionera
Estamos disponibles para un servicio de animación comunitaria y misionera en las Iglesias locales. Como misioneros, nos urge anunciar a las Iglesias de antigua cristiandad y a la sociedad que deben ser re-evangelizadas. La espera de 4 mil millones de hombres que aún no han sido alcanzados por la buena noticia del Evangelio y que frecuentemente coinciden con quienes viven en situaciones de extrema pobreza. También en los Países de primer anuncio ofrecemos el mismo servicio con el intento de ayudar a las jóvenes Iglesias a responder al llamado de los Obispos reunidos en Puebla: “dar a partir de la propia pobreza”.
Este servicio pretende contribuir a la maduración de una conciencia eclesial universal, dentro de las Iglesias locales, para superar la tentación de encerramiento e indiferencia antes los problemas de la misionariedad ad gentes. Se busca renovar en las comunidades cristianas el ardor de la fe, con la esperanza de que cada cristiano pueda redescubrirse misionero. Al mismo tiempo, este servicio se propone suscitar, en las personas, elecciones de compartir, de solidaridad, de compromiso a favor de aquellos que, lejanos y cercanos, viven, aún hoy, en situaciones de extrema necesidad.
Entre las propuestas recordamos:
- para las parroquias la Jornada misionera particular, la semana de animación comunitaria y misionera y la acogida a los grupos parroquiales en nuestros centros misioneros;
- para los colegios la educación a la mundialidad, con el fin de llevar un mensaje de solidaridad y de compartir con los más pobres.
Para una nueva evangelización
Damos nuestra disponibilidad para la evangelización en sus múltiples expresiones, entre las cuales la nueva evangelización de los cristianos del territorio que han perdido el don de la fe o se han alejado de la experiencia eclesial.
En Italia, particularmente, la situación de indiferencia religiosa y secularismo difundido nos ha provocado buscar un estilo de anuncio misionero más idóneo, en la “expresión” y en el “método”, a la nueva situación que se ha ido creando. Poco a poco, se ha vuelto necesario un anuncio más kerigmático, dado con una metodología participativa y comunional, que lleve al cristiano “tibio” a vivir una experiencia gozosa de Iglesia y, luego, a colaborar con la actividad misionera eclesial. Así, han nacido:
- los fines de semana de evangelización para jóvenes (Jeshuá), para adultos (Emaús), para parejas (Caná) durante los cuales los laicos se hacen evangelizadores, transmitiendo a los participantes, por contagio, el amor de Dios que los ha alcanzado, en la elección de un amor universal;
- el proyecto de evangelización comunitaria y misionera (ECM), para que los agentes pastorales, redescubriéndose cada vez más sujetos de evangelización y protagonistas en la edificación de la Iglesia, se abran a los que se encuentran afuera o lejos de la vivencia eclesial y parroquial.
Servicio a los pobres presentes en el territorio italiano
Nuevas categorías de pobres y nuevas formas de pobreza están surgiendo también en Italia como en otros Países del mundo: hoy, los pobres tienen el rostro del inmigrante, de las mujeres envueltas en la trata de prostitutas, de los encarcelados, de quien vive en condiciones humanamente difíciles en las periferias urbanas. Los Institutos misioneros, la Cáritas y Migrantes siguen con atención estos fenómenos, interviniendo a favor de los últimos y para salvaguardar a los inmigrantes (acogida, estado jurídico, trabajo, casa, servicios sociales…), ayudando a los creyentes y a las comunidades cristianas a no dejarse envolver en una mentalidad de egoísmo, de miedo, de prejuicio, de rechazo. Como CMV nos hemos dejado interpelar por el desafío de esta nueva situación socio-religiosa-económica y hemos dado inicio a algunas iniciativas para el servicio directo de la evangelización ad intra o de promoción humana de los pobres “cercanos”. En la diócesis de Chioggia estamos coordinando el Proyecto de Hospitalidad para los refugiados y los que piden asilo; en nuestros centros misioneros en la diócesis de Nola y de Pordenone hemos acogido a algunos inmigrantes provenientes de África; en la diócesis de Rovigo, de Nápoles y de Pordenone algunos misioneros y miembros asociados prestan servicio a los encarcelados. En particular en Rovigo hemos empezado el curso Alpha.